Sobre Nosotros
De 1000 Amores
'El privilegio de ayudar'
De 1000 Amores es la materialización de un sueño común de una y muchas almas, que pone en valor una forma de vida en el servicio. Para hacerlo posible y asegurar un trabajo sostenible y transparente, toma forma legal como una fundación, que se enfoca en ubicar necesidades concretas de instituciones u organizaciones dedicadas a brindar ayuda de proyección social, para coordinar con ellos, la mejor manera posible de colaborar a la solución parcial o total de un requerimiento específico de impacto directo sobre el objeto que los define.
Quiénes somos
Mi nombre es
María-Stella Sánchez
Soy humana, mujer, madre, abuela, amiga, sanadora; administradora de empresas, marketera, peruana y gitana. Y en esta oportunidad, también la creadora y gestora del Proyecto ‘De 1000 Amores - Colombia’ y representante legal de la Fundación De Mil Amores.
El trabajo social o simplemente la disposición de ayuda al otro es para mi una forma de vida. Me ha costado mucho trabajo personal y muchos años de variadas experiencias en esta área para llegar a este punto en este espacio y en este tiempo, en que lo puedo verbalizar y exponer de esta manera.
Siempre he sido fan de la frase biblíca que dice: 'que tu mano izquierda no se entere de lo que hace tu mano derecha'. Me ha gustado trabajar sola, en silencio, despacio, a mi ritmo; sin comentar, ni publicar. Sin compartir cómo esto afecta a quienes la vida me pone en este camino, ni cómo afecta mi propia forma de ver la vida, mi escala de valores y prioridades y finalmente, como me afecta a mi como ser humano.
Han habido ocasiones en las que he roto esta suerte de regla, cuando la necesidad me ha sobrepasado de forma que ha sido necesario convocar más almas para lograr un objetivo. Esas ocasiones han sido grandes lecciones en muchos sentidos. Obviamente se consiguen mayores efectos y resultados cuando se suman las fuerzas.
Con el tiempo comprendí que no se trata de si me gusta o no, si me resulta cómodo o no. Se trata de hacer lo mejor que pueda a cada paso y para eso me ha tocado salir una vez más de mi zona de confort, contestar al llamado y aceptar el reto.
Hoy, en un país que no es el mío, en una ciudad en la que paso largas temporadas, pero en la que escasamente tengo amigos, mucho menos una red de contactos a los que recurrir, el desafío me lleva a formalizar este trabajo, a asumir una cara visible y a repensar hasta diseñar una plataforma amigable y generosa que convoque a muchos corazones bonitos, que haga posible la participación de todo el que quiera ayudar, aunque no sepa cómo. También ha sido necesario formalizar el proyecto en una figura jurídica que ofrezca la transparecia y credibilidad que tanta falta hace en la gestión de ayudas de proyección social.
Por todo esto, De 1000 Amores toma forma en la Fundación de Mil Amores y empieza esta nueva aventura, con todos los miedos mortales, pero sobre todo con toda la fe, esperanza y amor que la tarea requiere y un compromiso nivel 'haremos lo que haga falta' para inspirar y acompañar a quienes se sumen y se quieran regalar a sí mismos el privilegio de ayudar.